Dengue

El dengue es causado por un virus del grupo arbovirus, el que es transmitido entre humanos por la picadura de un insecto. En regiones tropicales existen otras infecciones arbovirales como la fiebre amarilla, Chicungunya, encefalitis japonesa y muchas más.

El virus dengue es transmitido por mosquitos del genero Aedes, de los cuales la especie más importante es Aedes aegypti. Estos zancudos pican durante el día, se encuentran en áreas urbanas y rurales en diversas zonas tropicales y subtropicales de todos los continentes.

Existen cuatro serotipos distintos de virus dengue. Para todos ellos, el periodo de incubación es de 4-10 días y posteriormente se presenta un cuadro parecido al de una gripe, con fiebre, cefalea y dolores musculares (mialgias) intensos que duran 3-10 días. En una minoría de casos pueden ocurrir manifestaciones graves y peligrosas como el dengue hemorrágico. Sin embargo, esto ocurre habitualmente en personas que viven en zonas endémicas y que sufren infecciones repetidas por diferentes serotipos del virus. Por eso, estas complicaciones son muy raras en viajeros.

La distribución de este virus es muy amplia. Un quinto de la población mundial vive en zonas endémicas y cada año más de 50 millones de personas sufren la infección. Es una enfermedad emergente, es decir, que el número de casos y la distribución mundial están en aumento. Durante los últimos años se han observado múltiples brotes en diferentes continentes, incluyendo Sudamérica. En Chile, ha habido casos de dengue en Isla de Pascua en los últimos años.

Todavía no hay disponible una vacuna contra el dengue; tampoco existen otras medidas profilácticas específicas. Por eso, los viajeros pueden disminuir el riesgo de dengue solamente con medidas de protección contra las picaduras de mosquitos.

El diagnóstico requiere exámenes de sangre que detectan anticuerpos contra el virus. El tratamiento es solamente sintomático, ya que no existe una terapia específica.