Baño
El primer baño del recién nacido se realiza después de 2 a 3 días de la caída del cordón umbilical. Es importante preparar la temperatura de la habitación (24°C- 27°C) y evitar las corrientes de aire o cambios bruscos de temperatura. También es importante tener a mano todo lo que necesita (esponja suave, jabón indicado por su pediatra, toalla, ropa con que va a vestirlo y pañal) para no dejar solo al niño.


Verificar la temperatura del agua introduciendo su codo. Debe estar templada (35°C)
Evitar bañarlo inmediatamente después de su alimentación.
Se debe utilizar una tina para bebés a una altura cómoda para quien lo bañe. El nivel del agua no debe superar los 4cm para que si ocurre un accidente el rostro no quede sumergido.
Introducirlo al agua lentamente. Al comienzo no le agradará mucho, más tarde se convertirá en un momento de mucha felicidad y alegre juego. Tomar al niño apoyando la cabecita en su brazo pasando la mano por debajo del axila. Con la mano libre se le puede jabonar y lavar con movimientos suaves para inspirarle confianza.
La frecuencia del baño depende de cada niño, se puede hacer a diario especialmente en época de calor. La mayoría de los niños disfruta en el agua, la que además contribuye a relajarlos.
Tratar de bañarlo siempre a la misma hora para iniciar y favorecer la formación de hábitos.