Llanto
El
llanto es la primera forma de comunicarse del bebé. Durante
los primeros meses, las principales causas son: hambre, fatiga o
incomodidad, malestar o dolor.
Llanto por hambre: Se calma rápidamente cuando se le
ofrece pecho o mamadera.
Llanto por cólicos: Se reconoce porque el niño
llora incesantemente sobre todo en las tardes, se muestra incómodo,
puede tener su abdomen distendido, flecta y estira sus piernas,
a veces se calma al eliminar gases o al obrar. Los cólicos
pueden aliviarse sosteniendo al niño boca abajo y frotando
la espalda para ayudarlo a eliminar gases. Si estos cólicos
persisten, consulte a su pediatra quien le indicará el tratamiento
adecuado.
Llanto por fatiga: Muchos niños manifiestan su cansancio
o sueño con un llanto que dura hasta antes de dormirse, especialmente
si han estado sobreestimulados durante el día. Es aconsejable
mantener una rutina de sueño: horarios regulares, un ambiente
tranquilo a las horas de descanso rodeándolo de algún
objeto preferido que puede ser un pañal, un peluche, un pequeño
cojín o su chupete si es que lo usa.

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