Zapatos
El
niño se prepara para caminar y la elección del zapato
es fundamental, ya que los pies están formados por cartílagos
hasta el año y medio y por eso son muy vulnerables a las
presiones que ejerza el calzado. Uno incorrecto puede producir deformaciones
y posteriores patologías.
En
un principio el niño va a buscar equilibrio, por esta razón
camina con los pies hacia fuera (como pato), pues así dan
mayor estabilidad. Un buen calzado debe afirmar sus talones y ayudar
en la formación del arco de la planta del pie. También
debe ser cómodo, más ancho en la zona de los dedos
( 6 mm. más ancho y 12 mm. más largo que su pie) y
permitir el movimiento natural de la caminata. El tamaño
correcto se determina al probarlo: debe caber un dedo entre el talón
y el zapato. Se recomienda hacer la compra en la tarde porque a
los niños también se les hinchan los pies, así
no le quedará chico.
Recomendaciones:
·
El talón debe ser recto y medir hasta 15 mm,
para proteger los tobillos
· El sistema de cierre firme y sobre el empeine
con una lengüeta acolchada
· La estructura debe ser liviana y flexible con
una entresuela delgada para que capte las irregularidades
del suelo y desarrolle sus habilidades
.
La suela debe tener un antideslizante para que no se
resbale. No se requiere de una plantilla con relleno,
pues impide el desarrollo normal de la planta del pie.
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